En descenso, reservas probadas de petróleo.

De acuerdo con Pemex, el “petróleo crudo equivalente” es una forma utilizada a nivel internacional para reportar el inventario total de hidrocarburos. Su valor resulta de adicionar los volúmenes de aceite crudo, de condensados, de los líquidos en planta y del gas seco equivalente a líquido.

En México las reservas probadas de petróleo crudo equivalente cayeron de 13 mil 810 millones de barriles en enero de 2012 a 13 mil 17 millones de barriles en igual mes de 2015, es decir, una diferencia a la baja de 793 mil barriles o casi 5.75 por ciento, según informes de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Datos de esa empresa revelan que en enero de 2006 las reservas probadas eran de 15 mil 514 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (mbpce); para igual mes de 2009, deslizaron a 14 mil 308 mbpce; en enero de 2010 bajaron a 13 mil 992 mbpce; para 2011 resbalaron a 13 mil 796 mbpce;  en 2012 -como ya se dijo- se situaron en 13 mil 810 mbpce; en enero de 2013, 13 mil 868 mbpce, y para enero de 2014, sumaron 13 mil 438 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Conforme a dicha empresa, del total de reservas probadas (en enero de 2015), 8,490 mbpce, o 65 por ciento, son desarrolladas, es decir, reservas que se espera sean recuperadas de pozos existentes incluyendo las reservas que pueden ser producidas mediante la infraestructura actual y la aplicación de inversiones moderadas. El 71 por ciento de las reservas desarrolladas se ubican en los complejos Ku-Maloob-Zaap, Cantarell y Antonio J. Bermúdez y en los campos Jujo-Tecominoacán, Tsimín-Xux, Ixtal, Xanab, Kuil y Kambesah.

Hablando del año pasado (no se encontró información para 2016), las referencias de la petrolera mexicana puntualizan que al 1 de enero de 2015, las reservas probadas de hidrocarburos ascienden a 13,017 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, de éstas el 75 por ciento corresponde a crudo; 8 por ciento a condensados y líquidos de planta, y 17 por ciento a gas seco equivalente.